Para cualquier productor del agro es tentador sacar ventaja del potencial que tiene Colombia en las fuentes de energía solar y eólica e instalar sistemas de este tipo en sus cultivos con el fin de reducir costos y aumentar eficiencias.
Las condiciones geográficas de nuestro territorio son privilegiadas para la generación energética de ambas fuentes. Sin embargo, los requerimientos que cada una demanda para su instalación en una granja hacen que la solar sea más viable que la eólica.
“En Colombia la única alternativa viable entre las dos tecnologías es la solar, porque la eólica solo es viable a gran escala y con condiciones muy especiales en términos de intensidad y frecuencia del viento. En el país hay proyectos que aprovechan esta fuente, pero son de grandes dimensiones, en especial en la costa Caribe y en La Guajira, donde las condiciones son propicias”.
Santiago Ortega, cofundador y director de innovación de Emergente Energía Sostenible, afirmó que la implementación de la energía eólica en una granja agrícola en un territorio distinto a La Guajira “no es tan eficiente”, pues la disponibilidad de este recurso no sería la misma, distinto a lo que ocurre con la solar, que se puede usar en cualquier parte.
La energía eólica se puede usar en algunas regiones, pero para el bombeo de agua con turbinas pequeñas que disminuyen los costos, agregó.
Otras de las fuentes de energía que está en crecimiento es la agrofotovoltaica. Sebastián Mesa, product manager ambiental en Sistemas Inteligentes en Red, comentó que, en Estados Unidos, se está masificando una tendencia con el uso de sistemas energéticos agrovoltaicos, que combinan la generación de energía solar con la producción agrícola.
Entre los beneficios, según Mesa, se encuentra que los paneles solares producen sombra al cultivo, evitando así que la radiación impacte directamente sobre la siembra, aumentando su rendimiento, ya que se disminuye la evaporación del agua del riego, lo que mejora el microclima.
Los ahorros varían acorde al proyecto
En las estructuras solares se pueden establecer colmenas de abejas que polinizan los cultivos y, por ende, mejoran sus rendimientos; por último, al generar energía solar se reduce la emisión de gases de efecto invernadero por el uso de combustibles fósiles para el proyecto agrícola. Para Arroyave, los ahorros varían de acuerdo con cada sistema y consumo de cada cliente. “Acorde a nuestra experiencia y proyectos, se estiman ahorros cercanos a 15% y 20% en proyectos industriales. Las instalaciones solares de menor escala pueden cubrir hasta 100%.