Hoy más que nunca estamos ante una emergencia planetaria que exige acciones urgentes. Enfrentamos una crisis sanitaria, derivada del Covid-19; la alarmante perdida de naturaleza; y los efectos del cambio climático, que cada vez se manifiestan más y de manera más intensa. Justamente, esta última es una de las razones por las que Colombia, en los últimos años, ha priorizado la lucha contra el cambio climático en su agenda. Una tendencia que ya se está extendiendo a las regiones.
Por su geografía, el país es altamente vulnerable a este fenómeno. Según la Tercera Comunicación Nacional de Cambio Climático, todos los departamentos del país tienen algún grado de riesgo por cambio climático y el 13% se encuentra en categoría muy alta de vulnerabilidad (principalmente Amazonas, Guainía, Vaupés y San Andrés, Providencia y Santa Catalina).
A finales de 2020, el país actualizó sus metas climáticas y asumió unas muchas más ambiciosos compromisos internacionales entre ellos ser carbono neutral para el 2050, un gran reto para el país. ¿Qué significa ser carbono neutral y por qué es tan importante? La carbono neutralidad se da cuando un país, una industria, una organización, una ciudad, e incluso, un ser humano, logra que las emisiones que genera a través de las actividades que realiza sean proporcionales a la captura de carbono que éste o ésta hace.
En abril del 2021, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible lanzó la estrategia “Colombia Carbono Neutral” , un programa que reúne, impulsa, fortalece y reconoce el esfuerzo de las organizaciones públicas y privadas en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, a través de exenciones de impuestos, créditos entre otros incentivos.
En el tercer encuentro de la Conferencia Anual sobre Cambio Climático (COP26), el presidente de la República, Iván Duque, presentó la estrategia con la que Colombia pretende disminuir sus emisiones de CO2 en un 51 % a 2030 y convertirse en un país carbono neutral para 2050. El plan trazado incluye el impulso del consumo sostenible, la protección de la biodiversidad y la transición energética hacia modelos más limpios en donde los sistemas fotovolatiacos serán una de las principales estrategias.
Tomado de: wwf Colomba